Ivana Nadal dejó los cursos de amor propio para convertirse en una conejita Playboy, según contó en su perfil de Instagram. Allí dio a conocer varias imágenes eróticas, y varios de sus seguidores creyeron que se había sumado a la misma plataforma para adultos donde trabajan Florencia Peña, Silvina Luna y Cinthia Fernández.
Para evitar confusiones, la mediática aclaró que se trata de otro sitio, donde cobra $549 por mes para acceder a sus videos de alto voltaje. “Te amooooo, que lo super disfrutes”, expresó con alegría e ilusionada con cosechar varios suscriptores.
Ivana recibió muchas críticas por su nueva faceta. Algunos usuarios le preguntaron dónde había dejado la espiritualidad y su respuesta fue contundente. “La espiritualidad es igual a responsabilidad y libertad, mientras que la religión es culpa y condicionamiento”, dijo filosa.
Días atrás, Ivana Nadal explotó contra sus detractores y apuntó contra las personas religiosas. “Si estas practicando alguna quizás te prohíban practicar el sexo, o te limiten. O te estructuren esa práctica”, comenzó diciendo en sus redes.
La mediática siguió polemizando con más declaraciones: “Quizás te digan que depende la finalidad de la práctica si está permitido o no, o la fecha en la que lo hagas. O si tenés un papel que avale el sexo o no. Yo te invito a que cuestiones todo eso, a vos mismo y que me cuestiones a mi y que experimentes. Cerrá los ojos y sentilo. El sexo se siente. Eso es lo que sos”.
Después de tantas chicanas, la influencer logró generar ingresos desde la comodidad de su casa. Además de vender su contenido sensual, también trabaja con algunas marcas cada tanto también da cursos.
“Trabajo con mis redes sociales. Lo que hoy se llama canje, toda la vida se llamó publicidad; antes era necesario contratar un medio para poder mostrar el producto con un modelo o una modelo; en este caso sería yo. Muchas veces se da un servicio a cambio de esa publicidad, y otras veces se da dinero”, explicó ante la cantidad de comentarios malintencionados sobre su economía.
Por último, trató de ahuyentar a los que la fulminaron por todos los comentarios que hizo sobre el coronavirus. “Si no quieren mi bienestar, les conviene no seguirme, no comentarme, no mandar mis historias, porque en realidad solamente me están beneficiando”, cerró.
Fuente: TN