Télam consultó sobre la evolución de esta herramienta del Estado para atender a niños y adolescentes tras la resonancia que tuvo el asesinato a golpes de Lucio Dupuy (5 años) a manos de su madre, Magdalena Espósito Valenti, y su pareja, Abigail Páez, quienes fueron condenadas el jueves a prisión perpetua por el Tribunal de Audiencias de La Pampa.
El servicio registró «un aumento de 10% en 2022 sobre 2021 en el total global anual», aseguró Clivaggio, quien sin embargo alertó que «no hay que hacer un análisis lineal» de estos resultados.
«Esto no quiere decir que haya más violencia, sino más situaciones que dejan de estar invisibilizadas y se denuncian, lo que tiene una buena lectura ya que muestran que la comunidad responde y deja de ser indiferente», enfatizó.
La funcionaria sostuvo que del total de llamados recibidos a la Línea 102, «el 54% tienen que ver con situaciones vinculadas a las violencias», y la gran parte de las personas que se comunican «son mayores, pertenecientes al entorno afectivo comunitario de la víctima, en su mayoría familiares y vecinos».
El 43% de las llamadas las realizan personas adultas, las que «en general están dentro del círculo de convivencia de las víctimas. No tenemos desagregado si es el maestro o el vecino, pero sí son personas que tienen vinculación habitual con los chicos», precisó Clivaggio.
Durante 2022, la línea recibió 21.390 consultas referidas a situaciones de violencia, en las que la mayor prevalencia «tuvo que ver con el maltrato físico, seguido por la negligencia y la falta de cuidados básicos y el abuso sexual».
«Hay más denuncias y tenemos que apostar a esto, a que se animen a llamar, hay que instar a dar el paso y hacer la llamada, no permanecer indiferentes porque las situaciones de violencia tienen una escala», sostuvo.
Dentro de las llamadas recibidas también están las que se denominan «de escucha», que es cuando «un niño llama porque quiere ser escuchado; y de orientación y de consulta, referidas a, por ejemplo, cómo cobrar la Asignación Universal por Hijo o sobre el régimen de comunicación parental», indicaron desde la Senaf.
En los casos de llamadas por situaciones de violencia, señalaron que se implementa una intervención que «pone en marcha el sistema de protección frente a un derecho vulnerado de las niñas, niños y adolescentes, como puede ser el maltrato y la situación de calle». Si es una emergencia «además hay que llamar al 911», añadieron.