Cecilia De Vincenti, hija de Azucena Villaflor, una de las Madres de Plaza de Mayo arrojada al mar por la dictadura, contó hoy que «el fotógrafo italiano Giancarlo Ceraudo, que cubría los juicios por los ‘vuelos de la muerte’, dijo ‘si hay juicio, hubo vuelos, y si hubo vuelos, hubo aviones'».
Añadió que entonces se preguntó «¿dónde están los aviones?» y así «junto a la periodista Miriam Lewin se propuso encontrarlos».
La mujer relató que «eso ocurrió en 2010, cuando Ceraudo y Lewin finalmente encontraron al Skyvan PA-51 en Florida, Estados Unidos».
Era uno de los cinco aviones de ese tipo que la Prefectura Naval tuvo durante la última dictadura y que fue utilizado el 14 de diciembre de 1977 para arrojar con vida al mar a 12 personas, que habían estado en cautiverio en la Escuela Mecánica de la Armada, se recordó.
Entre las víctimas estuvieron las cofundadoras de Madres de Plaza de Mayo Azucena Villaflor, Esther Careaga y María Bianco y las monjas francesas Alice Domon y Léonie Duquet.
Todas fueron secuestradas tras ser delatadas por el represor Alfredo Astiz, de la Marina, quien se había infiltrado en las primeras rondas de las Madres que buscaban a sus hijos y en las reuniones que se realizaban en la Iglesia de la Santa Cruz.