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El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 25 condenó a tres policías de la Brigada 6 de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad a prisión perpetua por el homicidio de Lucas González, cometido con alevosía y odio racial. También fueron condenados por tentativas de homicidio, privación ilegítima de la libertad y falsedad ideológica.
Según el tribunal, los tres policías persiguieron y dispararon contra el vehículo en el que viajaban Lucas y sus amigos. Además, otro policía fue condenado a 8 años de prisión por el delito de «torturas».
Varios comisarios y oficiales también fueron condenados a 6 años de prisión por encubrimiento y privación ilegítima de la libertad. Se les acusó de estar involucrados en la manipulación de pruebas y la ocultación de evidencia.
Durante el juicio, se destacó que los policías seleccionaron a sus víctimas basándose en prejuicios raciales y sociales, y que el ataque fue motivado por odio racial. Los jueces determinaron que los cuatro adolescentes y sus padres fueron víctimas de violencia institucional.
Lucas González y sus amigos fueron atacados cuando regresaban a sus casas en un automóvil. Los policías, que no estaban identificados como tales, los interceptaron y les dispararon cuando intentaron huir. Lucas falleció al día siguiente a causa de las heridas.
En la escena del crimen se llevó a cabo un operativo para encubrir lo sucedido y hacer que pareciera un tiroteo con delincuentes, incluyendo la colocación de una réplica de un arma en el automóvil de las víctimas. Tanto la fiscalía como la querella consideraron «sólidos» los argumentos de la sentencia y no apelaron.
Las defensas buscan ahora la revisión de las penas, mientras que los representantes de las víctimas y la fiscalía sostienen que la sentencia fue justa y histórica, destacando la condena por odio racial y violencia institucional.
