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Las imágenes procedentes de la ciudad de Derna, que cuenta con una población de 100,000 habitantes, ilustran la magnitud de la catástrofe, con edificios colapsando en las orillas de un río y pequeñas viviendas sumergidas bajo las aguas desbordadas después del rompimiento de dos represas.
El gobierno de unidad de Libia, bajo el liderazgo del primer ministro Abdul Hamid Dbeibé, ha anunciado una asignación de 2,000 millones de dinares (equivalentes a 384 millones de euros) para financiar la reconstrucción de los municipios afectados en el este del país debido a la tormenta ‘Daniel’. Esta tragedia ha dejado un saldo doloroso de más de 5,200 víctimas mortales y 10,000 personas desaparecidas.
El Consejo de Ministros ha aprobado una resolución destinada a garantizar que esta suma se destine al Fondo de Reconstrucción de las ciudades de Bengasi y Derna, específicamente para atender las áreas afectadas por el desastre natural, según lo informado por la agencia de noticias LANA.
Además, el gobierno planea enviar 14 toneladas de suministros médicos y desplegar a 87 médicos en la zona, en un esfuerzo por abordar la situación humanitaria de emergencia. Sin embargo, las necesidades actuales superan con creces las capacidades tanto de la Media Luna Roja Libia como del gobierno.
La cifra de desaparecidos se aproxima a 10,000 personas, según Tamer Ramadan, de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR), quien también señaló la preocupación por la posibilidad de que el número de víctimas siga aumentando.
El desastre se desencadenó el domingo por la noche cuando las dos principales represas del río Wadi Derna se rompieron, provocando inundaciones de lodo que destruyeron puentes y edificios a su paso antes de llegar al Mediterráneo. Las operaciones de rescate se han visto obstaculizadas por carreteras bloqueadas, deslizamientos de tierra e inundaciones, lo que ha dificultado el acceso de los servicios de emergencia a las áreas afectadas.
La ciudad de Derna y otras localidades se encuentran aisladas del resto del país debido a problemas en las redes de telefonía móvil e internet, a pesar de los esfuerzos de las autoridades por restablecer la comunicación.
Esta tragedia se considera la peor catástrofe natural en la región desde el violento terremoto que sacudió la ciudad de Al Marj en 1963. La comunidad internacional, incluyendo el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el presidente ruso, Vladimir Putin, y el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, ha expresado su solidaridad y ofrecido apoyo a Libia en este momento crítico.
Diversos países y organizaciones, como Turquía, la ONU, Argelia, Egipto, Italia, Catar y Túnez, han enviado convoyes de ayuda y recursos humanitarios a la región afectada. Francia también ha anunciado su contribución con personal y un hospital de campaña.
Cabe destacar que la tormenta Daniel, catalogada como un fenómeno «extremo en términos de cantidad de agua caída» por expertos, también afectó a Grecia, Turquía y Bulgaria en los últimos días, cobrándose la vida de 27 personas en estas regiones.