#TAGS: BOCA | CHIQUITO ROMERO | LIBERTADORES
Boca mantuvo una postura similar al primer partido en La Bombonera, con el mismo once inicial. A pesar de tener más posesión en el primer tiempo, mostraron una actitud similar, buscando la victoria desde el principio.
La diferencia esta vez fue su disposición a contraatacar, aprovechando la iniciativa de Palmeiras en el terreno de juego sintético y mojado del Allianz Parque. Este ajuste táctico resultó fructífero, con la dupla uruguaya de Miguel Merentiel y Edinson Cavani mostrando su destreza en el ataque.
Un momento crucial llegó cuando Merentiel inició un contraataque por el flanco izquierdo, dejando atrás al capitán de Palmeiras, Gustavo Gómez. Entregó un pase milimétrico a Cavani, quien superó sus problemas anteriores para marcar su segundo gol con la camiseta de Boca Juniors.
Boca continuó imponiendo su dominio, permitiendo que Palmeiras tuviera la posesión, mientras que su capitán, Gómez, luchaba por contener a Merentiel y recibía una amonestación temprana en su afán de detener al exjugador de Defensa y Justicia, cuyo pase pertenece precisamente a Palmeiras (está a préstamo).
La segunda mitad presentaría una historia diferente, ya que Palmeiras, con la entrada del joven Endrick, de 17 años, una verdadera joya que ya fue adquirida por el Real Madrid por 72 millones de euros, comenzó a amenazar las últimas defensas de Boca Juniors.
Esto provocó que Palmeiras rondara cada vez más el área defendida por Sergio Romero, quien prometía convertirse en figura si el marcador seguía 1-0. Sin embargo, a los 20 minutos, y como ha sucedido en otras ocasiones, Marcos Rojo recibió su segunda tarjeta amarilla y la consecuente tarjeta roja por una entrada cerca de su área.
Jorge Almirón reaccionó de inmediato, sustituyendo a Valentín Barco, uno de sus mejores jugadores, por Nicolás Valentini, manteniendo una línea de cinco que se había formado poco antes cuando Bruno Valdéz reemplazó a Merentiel.
Antes de que pasaran 10 minutos de esa expulsión, apareció otro uruguayo, pero esta vez del lado de Palmeiras, Joaquín Piqueréz, el lateral izquierdo que disparó desde la distancia y por bajo entre las piernas de varios jugadores, dificultando la visión de «Chiquito» Romero. A pesar de que logró tocar la pelota con su mano derecha, no pudo evitar que llegara a la red.
Almirón decidió reforzar la defensa con piernas frescas e hizo ingresar a Marcelo Saracchi por un cansado Frank Fabra. Sin embargo, en el mismo intervalo, que era el último que tenía disponible, intentó hacer ingresar a Jorman Campuzano, pero se retrasó en la gestión y perdió esa posibilidad.
Los últimos quince minutos volvieron a poner a Palmeiras frente al arco de Romero, quien, más allá de esa acción del gol, respondió con excelencia para mantener la paridad hasta la tanda de penales. En esta fase, Sergio Romero nuevamente se destacó al detener los dos primeros disparos de los brasileños.
La paradoja fue que Weverton, al que le habían marcado en los 24 penales anteriores que le ejecutaron, terminó atajando el primer disparo, nada menos que al propio Cavani.
Así, en el Allianz Arena, donde Boca no ha ganado ningún partido desde los octavos de final en adelante (empató todos y avanzó por penales), el equipo argentino llega a su duodécima final de la Libertadores y es el que más veces lo ha hecho en la historia del torneo, con seis títulos en su haber. Esto ha sido posible gracias a la destacada actuación de «Chiquito» Romero, quien ha detenido 12 de los 23 penales que le han lanzado desde que llegó a Boca Juniors.