El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, anunció que el presidente Biden visitará Israel para reafirmar «la solidaridad de Estados Unidos con Israel» y acordaron elaborar un plan para permitir la llegada de ayuda humanitaria a los civiles de Gaza.
Sin embargo, la cumbre en Jordania se canceló tras la decisión del presidente palestino Abbas de abandonar el país anfitrión y dirigirse a Ramallah, Cisjordania, calificando el bombardeo del hospital en Gaza como una «masacre». La Casa Blanca también anunció la cancelación del viaje de Biden a Amán.
El bombardeo en el hospital Ahli Arab de Gaza dejó un elevado número de víctimas, con informes iniciales que hablan de «cercade 200 a 300 mártires». La ANP declaró tres días de duelo y condenó el ataque, calificándolo como un «crimen de guerra».
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, condenó el ataque a la infraestructura civil, mientras que países como Egipto, Turquía y Jordania acusaron a Israel del suceso.
La situación en Medio Oriente se mantiene tensa, con Hamas lanzando cohetes desde Gaza a Israel y amenazando con liberar rehenes civiles en caso de un alto el fuego. Por su parte, Israel ha ordenado la evacuación de civiles en el norte de Gaza en preparación para una posible ofensiva terrestre.
Estados Unidos ha puesto en alerta a 2,000 soldados en respuesta a la escalada del conflicto entre Israel y Hamas, y Hezbollah ha convocado un «día de ira» en el Líbano para condenar el supuesto ataque israelí al hospital en Gaza. En Cisjordania, se han registrado enfrentamientos entre manifestantes que piden la dimisión de Abbas y las fuerzas de seguridad en Ramallah. La región se encuentra inmersa en una grave crisis humanitaria y un peligroso deterioro de la seguridad.