Desde el inicio, Massa adoptó una estrategia de preguntas directas, buscando poner en evidencia las propuestas más polémicas de su rival. El ministro-candidato desplegó un enfoque incisivo al emplear la fórmula de preguntas «por sí o por no», generando momentos de tensión y sorpresas en las respuestas de Milei.
El debate abordó temas cruciales como la economía, relaciones internacionales, educación, salud, producción, trabajo, seguridad, derechos humanos y convivencia democrática. Los candidatos expusieron visiones antagónicas sobre el futuro del país, con Massa proponiendo un «gran acuerdo con políticas de Estado» y diálogo, mientras que Milei abogó por un cambio radical, alejándose de «hacer lo mismo con las mismas personas».
Uno de los puntos más álgidos fue la discusión sobre la soberanía argentina en las Islas Malvinas, donde Massa buscó diferenciarse de la postura de Milei, quien expresó admiración por la expremier británica Margaret Thatcher. La defensa de la soberanía y la autodeterminación de los kelpers fue un tema sensible que marcó un fuerte contrapunto entre los candidatos.
En materia internacional, se destacaron las diferencias en la visión de Milei sobre las relaciones con China y Brasil, mientras que Massa advirtió sobre las consecuencias de la propuesta de «abrir la economía» del candidato libertario.
El debate, que contó con la presencia de destacadas figuras políticas y referentes de ambos candidatos, se transmitió por la Televisión Pública y otras plataformas. Los moderadores, Luciana Geuna, Antonio Laje, Pablo Vigna y Érica Fontana, guiaron la discusión que se caracterizó por un mayor tiempo de exposición y movilidad de los candidatos.
El próximo domingo definirá quién será el próximo jefe de Estado de Argentina en una elección que ha capturado la atención de la ciudadanía. Este estratégico encuentro entre Massa y Milei ha dejado en claro las posturas y propuestas que los candidatos llevan consigo hacia el futuro del país.