El proceso de intercambio, que se extenderá por cuatro días, incluirá la liberación de prisioneros palestinos que son principalmente mujeres y menores de edad sin delitos graves registrados en Israel. Esta liberación ocurre tras un prolongado período de conflicto, que ha durado aproximadamente un mes y medio.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha destacado la intervención del presidente estadounidense, Joe Biden, en la mejora del acuerdo, que ahora incluye un mayor número de rehenes. Sin embargo, Netanyahu fue claro en su posición de que este alto el fuego no implica el fin de la ofensiva militar de Israel en Gaza, reafirmando su compromiso de continuar la guerra hasta lograr todos los objetivos planteados, entre ellos, la eliminación de Hamas y la garantía de seguridad para Israel.
El acuerdo ha generado divisiones dentro del gabinete israelí, con ministros de extrema derecha oponiéndose, mientras otros lo respaldan. A pesar de los debates, la decisión final favorece la ejecución del alto el fuego y el intercambio de rehenes.
En el contexto de los combates, las tropas israelíes continúan enfrentamientos en la Franja de Gaza, especialmente en áreas densamente pobladas y cercanas a hospitales, donde se han reportado bajas significativas. Las acusaciones de ataques a instalaciones médicas han marcado las recientes semanas de conflicto, con Israel negando haber atacado hospitales pero admitiendo enfrentamientos en áreas cercanas.
Las negociaciones para este acuerdo fueron mediadas por Qatar, con la participación de Estados Unidos y Egipto. Este acuerdo provisional se basó inicialmente en la liberación de un número significativo de rehenes a cambio de la excarcelación de prisioneros palestinos, incluyendo la entrada de ayuda humanitaria a Gaza y una tregua de cinco días.
La situación humanitaria en Gaza se ha deteriorado gravemente, con un número creciente de desplazados, escasez de suministros esenciales y ataques a infraestructuras clave. La ONU y otras organizaciones internacionales están trabajando en planes de evacuación y asistencia para las áreas más afectadas.
Este acuerdo representa un momento crítico en el prolongado conflicto entre Israel y Hamas, abriendo la posibilidad de una reducción temporal de la violencia, aunque las tensiones subyacentes y los objetivos a largo plazo de ambas partes siguen siendo un desafío significativo para la paz duradera en la región.