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18 de Enero de 2024


Milei en Davos: Defensa del capitalismo y advertencia sobre el peligro para Occidente


En el Foro Económico Global de Davos, el presidente argentino, Javier Milei, pronunció un discurso enérgico defendiendo las políticas de mercado y el capitalismo como vías para erradicar la pobreza y el hambre a nivel mundial. Bajo el título alternativo «Milei en Davos: Apasionada Defensa del Capitalismo y Alerta para Occidente», el mandatario expresó su preocupación sobre la amenaza que enfrenta Occidente y llamó a los líderes a resistir la influencia de una visión que conduce inexorablemente al socialismo.

«El capitalismo de libre empresa es la única herramienta que tenemos para terminar con el hambre y la pobreza en el planeta», afirmó Milei durante su intervención en el foro internacional. Haciendo hincapié en la justicia y moralidad del sistema, destacó el papel del capitalismo en el progreso actual, definiéndolo como un sistema «justo y moralmente superior».

Advirtiendo sobre la situación actual de Occidente, Milei instó a no dejarse cooptar por una visión que conduce al socialismo y, por ende, a la pobreza. Criticó la doxa de izquierda que ataca al capitalismo por motivos de moralidad y argumentó en contra de la justicia social, calificándola de violenta y perjudicial para la libertad individual.

En relación con la situación en Argentina, el presidente sostuvo que desde que el país abandonó el modelo de libertad hace 100 años, implementando políticas colectivistas, los argentinos han experimentado un empobrecimiento significativo. Destacó la importancia de los empresarios exitosos como benefactores sociales y héroes, instándolos a resistir el avance del Estado, que considera más problema que solución.

Milei también abordó temas controvertidos como la agenda del feminismo radical, calificándola de ridícula y antinatural, y expresó su preocupación sobre la intervención del Estado en cuestiones ambientales y en la agenda del aborto.

El presidente cerró su discurso enviando un mensaje a los empresarios, instándolos a no dejarse amedrentar por la casta política y a no considerar inmoral su ambición. Concluyó reafirmando el compromiso de Argentina como aliado inclaudicable y expresando su característico grito, «¡Viva La Libertad Carajo!».