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El informe destaca que la situación de las provincias se ha convertido en un tema central en el debate nacional sobre quién asumirá las medidas de ajuste. La advertencia de dejar a algunas jurisdicciones «sin un peso» ha llevado a que La Rioja, Río Negro y Tierra del Fuego encabecen el ranking de las que estarían en mayor riesgo de sufrir las consecuencias de estas medidas, junto con Salta, Catamarca, Tucumán, Chaco y Corrientes.
El estudio de Capello considera múltiples variables, como recursos, nivel de endeudamiento, gasto corriente, dependencia del gobierno central y exportaciones de cada provincia. También contrasta estos datos con la decisión del Gobierno Nacional de recortar la parte fiscal del paquete y reducir las transferencias discrecionales a las provincias.
Según la nota, el recorte de estas transferencias ya ha comenzado, citando el caso de Axel Kicillof, líder de la provincia de Buenos Aires, que recibió en enero solo el 0.1% de las transferencias que recibió en el mismo periodo del año anterior. Buenos Aires se encuentra novena en el ranking del Ieral de exposición al ajuste.
El informe destaca que el ranking de vulnerabilidad podría cambiar si se aplica el impuesto a las ganancias, que fue excluido del paquete legislativo y es coparticipable. En este caso, Tierra del Fuego y Río Negro podrían situarse en los primeros lugares de las provincias más expuestas.
La nota también aborda la preparación de las provincias para enfrentar las medidas de ajuste, señalando que aproximadamente la mitad de los gastos totales de estas jurisdicciones se destinan a salarios. Además, se destaca que una economía con un alto empleo público se vuelve menos competitiva, y el informe revela que Tierra del Fuego está entre las provincias con mayor empleo público per cápita.
En cuanto a la opción de ajustar, los analistas consideran que reducir los gastos en la casta política sería un esfuerzo simbólico, ya que estos representan menos del 5% de los gastos totales. Ante la falta de acuerdo con el Gobierno y la imposibilidad de reducir más gastos, los gobernadores podrían enfrentarse a la elección entre subir impuestos o endeudarse en medio de la crisis económica.